No sé cuanta nieve hace falta para que tú me olvides.
Transitar por la noche de un sábado
buscando en todas las espaldas desnudas el color de tu piel,
como si los gintonics de Bombay azul
y la sed de los desiertos
no pudieran saber de otros lóbulos
y del incierto rigor de los acentos de tu boca,
hace de los días y su penumbra
un túnel demasiado hermoso para abandonar.
Tal vez tú estés en todas las mujeres,
porque siempre encuentro en ellas
algo para recordar,
algo para seguir saboreándote,
aunque sólo seas el fiel recuerdo de la lluvia.
Foto
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13 comentarios:
Que bueno Fernando. Cuando se busca el recuerdo...y que engañoso que es. Besos.
el recuerdo del amor lo impregna todo...
besos
Cuánta nieve, cuánta lluvia, cuántos soles...cuántas estaciones hacen falta para que se produzca el olvido y dejar de buscar inconscientemente lo conocido.
Acertadísimo poema, Fernando.
Un beso.
Seria difícil elegir entre la belleza que muestra la fotografía y la belleza que se esconde en tus palabras.
¿Y para que elegir?...me quedo con ambas.
Un saludo.
El tiempo es un gran aliado del olvido.
No sè yo tampoco, cuànta nieve, ni cuàntas estaciones hay que recorrer hacia adelante, para que el pasado no nos vende los ojos del presente.
Precioso poema, Fer.
Mi abrazo contigo.
Me ha invadido una ola de melancolía. Besos, querido amigo.
Precioso poema, buscaba en cada reflejo el de su mirada, añoraba en cada silencio el sonido de su voz, ainss me salio simplemente y lo dejo aqui con tu permiso, besoss
Nadie será parecido a ella...aunque otras te la recuerden,cada persona es única..
Besitos
Un poema inolvidable y hermoso, Fernando.
Besos.
¿Por qué quieres que ella te olvide, si tú encuentras en todas "algo para recordar"?
Si alguna vez consigues olvidar o que te olviden, por favor compártelo conmigo.
Besos sin olvido, ni recuerdos.
.. me parece una poesía exquisita Fernando..
.. un saludo desde mis colinas solitarias..
A veces hace falta toda una vida para que dejes de ver algo de alguien en otros. No basta la nieve, no basta el olvido, siempre hay tornasoles del recuerdo devolviéndonos algun aroma, algún sonido, algún sabor que mezclar con la nostalgia, el del gin tonic o el de unos versos.
Un beso Fernando,
ana.
Parece una búsqueda insaciable de lo que ya conocemos o de lo que ya tenemos. Y, en todo caso, el placer de esa contemplación que no cesa y que permite viajar en el tiempo, de lo conocido, del recuerdo, a lo nuevo. Y vuelta a empezar.
Besos
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