En las calles del asfalto no se deja oír tu risa
y la noche se pasea conmigo al ritmo acelerado de las sombras.
En el resuello del alcohol y la espera de un taxi con su linterna verde
cabe soñar con el perfil de unos labios húmedos en mi piel.
El taxista enhebra los callejones con su música celeste,
es curioso oír ahora en la radio del coche Still loving you
lo que me hace pensar que nada es tan irremediable como el amanecer.
La ventanilla abierta me deja respirar al cruzar los puentes
y aunque sé que toda la noche es una derrota más,
siento una pequeña tranquilidad al entornar mis ojos.
Fotografía aquí
TAL VEZ...
Hace 5 horas
11 comentarios:
El amanecer es irremediable.
Ciertos sueños son consoladores.
No vienen mal para atemperar las derrotas de la noche.
Abrazos (más hoy desde el cabreo -en mi blog- que desde la tristeza)
¿Un taxista enhebrando callejones de madrugada al ritmo de Scorpions?, que imagen.
Esa ventanilla abierta a los puentes trae aire limpio de amanecer. Si, puedes estar tranquilo.
Poemas urbanos, donde los puentes se levantan derribando las derrotas... O al menos a mí siempre me parecieron con esa cualidad mágica.
La noche en la ciudad tiene esas dos caras.
Un beso, Fernando.
Qué noche habrá sido esa...
Un abrazo
Yo también he sentido la fatalidad del amanecer... aunque de eso hace demasiado tiempo.
X
Hay veces que hay que dejar al sueño matar el día y con ello todos sus contenidos, aunque es mejor dejarlos prenderse de la pluma y vertirlos en estos poemas tan sugerentes.
Un abrazo
Qué bella la noche de Zaragoza...
Besos!
Preciosas letras. Me traen muchos recuerdos, de noches pasadas, de otras épocas, de otras vidas.
Un abrazo.
Te dejé un pequeño presente en mi blog espero que te guste. Enhorabuena por tu publicación te la mereces.
A veces una melodía cambia el rumbo de una noche y endulza las derrotas, haciéndonos soñar en nuevos amaneceres.
bss
ETDN
En la noche,
las palabras vienen más fácilmente, nos sonrojan por atrevidas, por descaradas e insinuantes,
Luego, con la luz del día, todo es mas costoso, todo nos sobrepasa, no nos atrevemos con el delirio ni con la osadía de la noche,
que atraviesa puentes hacia ti con la facilidad de un suspiro.
Un abrazo,
ana.
en la noche...hay soledades que nos hieren...pero seamos sinceros todos los días anochece, hay que acostumbrarse.
b y a
f.
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