
No recogiste el cesto
de las cosas pequeñas,
y el olvido
a veces es judas.
Se acomoda
en el balancín,
que se mece
como un niño,
retoza contigo
sin la importancia
de lo importante.
Y fuiste tú,
quien
Olvidaste
olvidarme…
y en ese olvido
te acordaste de él,
olvidándome.
Poema de Sarbalap
Fotografía aquí

3 comentarios:
Las pequeñas cosas (o detalles), casi siempre, son impotantes. Por eso se paga caro el olvido. Bonito poema de: Sarbalap.
Besos a los dos, Fernando.
muy fuerte
para quien
haya vivido
algo parecido!
besos
Bello poema, los detalles insignificantes resultan ser los más importantes.
besos
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