Nos fuimos en la lluvia,
en las póstumas palabras
que encerraron nuestros labios.
Y nada quedó del clarín de las arenas,
del viaje exhausto por las dunas.
Sin tiempo, sin dolor,
sólo el deseo envolviéndolo todo
y el aroma al azahar
que la noche te entregaba.
Fotografía
aquí
10 comentarios:
El deseo, las alas del corazón. El que tiene alas, tarde o temprano vuela.
Feliz viaje
Y el que desea tenerlas, acaba por encontrarlas...
La lluvia para vi va unida a la melancolía y al deseo, curiosa combinacion.Un abrazo.
Apasionado, hermoso, delicado, sugerente.
Un abrazo!
deliciosos versos... enhorabuena... pau
"Y la brisa recorre
nubes de tormenta
en la memoria, sólo quedan.
Nos fuimos aquel día
tras el miedo y la espera."
Tu poema me ha traido ha recordado algo que escribí hace muchos años, lo he buscado, y aquí te dejo un trocito de el.
Perdona el atrevimiento.
Besos
Querido poeta, amigo. Me he enterado vía Antón de que te publican tu primer poemario.
Me alegro mucho, de verdad. Mucho éxito!! Oye, ¿Cuál es la página o web dónde empezar a leer y aprender poesía? Te acordarás que hablamos de esto en la cena del X Bloggellón.
Un abrazo y gracias mil,
Delicioso poema, a veces, los deseos incumplidos se quedan en meras ilusiones dejando cierto aire melacólico, pero hasta eso suena mejor con tus palabras, Fernando.
Muchos besos para los dos, querido Fernando.
Quedan después el recuerdo y la huella de los momentos vividos, para saciar la sed que nos derrumbe en el camino de vuelta. Como reserva emocional que nos hidrate, como bálsamo y masaje, como sueño del pasado.
Hasta la vuelta.
un abrazo.
ana.
A veces se va uno. Quizás con la lluvia o con otra melancolía.
Siempre quedan las palabras con que nos despedimos.
Como este poema.
Abrazos
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