La calle tiene una cintura que me extraña,
el sabor indefinido de un racimo de melancolía
que trae como un adiós de pájaros envuelto en las nubes.
No sé si está niebla de pesares apunta alto,
el cielo apenas tiene todavía un rastro de estrellas
y todas las personas caminan serenas,
expuestas al tacto umbroso de un atardecer sin historia.
Yo te echo de menos, pero no es esto lo que me desangra,
casi diría que vivir en tu demora me hace sobrevivir al vértigo.
No hay miedo sólo, toda mi respiración se va contigo,
el desnudo de mis manos tiene la marca de la espera
y unos surcos de lo inmediato,
el sudor en que las noches me remontan.
Ahora cierro los ojos. Entreabro la ventana.
Oigo el ruido de la calle, a lo lejos, siempre a lo lejos,
suenan los invariables tambores y me imagino en un puente,
una escena de vigor y de lucha entre tu palabra y mi silencio.
Fotografía
aquí
14 comentarios:
Hasta en la calle de la melancolía suenan hermosas tus palabras y brilla el sol, Fernando.
Me ha gustado todo el poema, pero especialmente:"el desnudo de mis manos tiene la marca de la espera y unos surcos de lo inmediato".
Muchos besos para vosotros.
Ese duro combate de silencios y palabras.
Magnífico poema
Hay calles así.
Y qué frecuentadas están.
Abrazos
Lucha entre palabras y silencios... Los ruidos de la calle como banda sonora, el número siete de c / Melancolía y la ansiada mudanza al barrio de la alegría.
Muy hermoso,
Abrazos
¿Vuelven los tambores? ánimo, la primavera está a la vuelta de la esquina.
Jo. Entra la lectura del poema y la musiquita de fondo que tienes... te dejo una lágrima.
Besos, poeta.
'Qué bello poema! y la foto de una calle en ebullición. como me gusta a mí!!!
Un abrazo y gracias, amigo
Cuando alguien se lleva todo de ti, que hasta tu respiración se va con él-ella,
Estás perdido,
tendrás que encontrarte en el umbral entre tus palabras y sus silencios.
Precioso poema Fernando,
un beso,
ana.
"Trepo por tu recuerdo como una enredadera
que no encuentra ventanas donde agarrarse, soy
esa absurda epidemia que sufren las aceras,
si quieres encontrarme, ya sabes dónde estoy.
Vivo en el número siete, calle Melancolía.
Quiero mudarme hace años al barrio de la alegría.
Pero siempre que lo intento ha salido ya el tranvía
y en la escalera me siento a silbar mi melodía.."
Besos de Marìa
La verdad que el poema me deja un gusto raro por ti..Un abrazo.
Eryx
Creo que es el mejor poema de tu cosecha que he leído.
El comienzo es espectacular.
Un abrazo súper.
He vuelto a tu blog para volver a leer este poema,
y me ha gustado más todavía que la primera vez que lo he leido.
Estoy con lo que dice Sonia, el comienzo es brutalmente hermoso,
Un beso,
ana.
A veces la angustía se deja reflejada en las palabras...
gracias a tod@s
f.
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