Nunca se habían imaginado una noche así, los dos amigos solos, escuchando música, fumando porros, tapados en el sofá y bebiendo champán francés. Mientras en la calle sonaba la fiesta. Nadie venía y ya eran las tres de la mañana del primer día del año…todas las esperanzas puestas en aquella fiesta montada con mimo, y ella, a la que los dos deseaban, como los demás invitados no venía…a la madrugada cinco o seis se dejaron caer por allí, pero los dos despertaron cuando entro María, la fiesta comenzaba…
FOtografía´de J.A.Melendo
3 comentarios:
Complicado asunto es ése de desear dos hombres, y además amigos, a la misma mujer Fernando.
Muchos besos.
ja,ja...ninguno nos la llevamos..besos...ejercicio de recuerdo...con cierta sorna.
Casualmente me llamo Marìa,y hay dos hombres que siempre quisieran compartirme....pero ni soy yo esa Marìa a la que nombras ,ni son esos dos amigos que la desean...
Fantasias y realidad,a veces en una linea tan fina que se confunden
Besos como tu ya sabes Fernando...Embrujados
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