No caben más palabras en la cama,
ni más noches de espera entre tus piernas.
Abierta a mis manos y a mi boca
deshago los versos en tu cuerpo
y como tu piel ensalivada por mis labios hambrientos,
desde la cúspide altiva de tus pechos
hasta el amanecer húmedo de tu sexo.
Por allí camino, en las sendas iluminadas por la lámpara,
siguiendo el ritmo de navegación de tus suspiros.
Habrá un amanecer templado de acechanzas,
un desayuno de infieles tostadas
y en la radio oiremos todas las mentiras necesarias.
Nada que nos haga olvidarnos de este viaje.
Fotografía
aquí
9 comentarios:
Bueno. Este parece ser mejor regalo de reyes que los recuerdos espesos a que aludías antes.
Que nunca nos falten sensaciones así.
Un abrazo
Desde luego, no cabe nada de nada entre ellos, ¡se van a hacer un nudo...!
Muy hermoso, Fernando. Últimamente tus poemas me tocan mucho la fibra. ¿Qué me está pasando...?
Un abrazo
Precioso poema e imagen, Fernando, bellísimos.
Y como dice Alfredo no cabe nada entre ellos, salvo tu poema y el tiempo.
Besos,
PD: No sé cómo para a Marcello y su adagio me deprimen, lo siento.
Fantásticas palabras y fantástica fotografía Fernando. Olé!!! por los que puedan disfrutarlo, je,je,je. Muchos besos para Luisa y para tí.
Hermoso regalo de reyes.
abrazos
Es bello.
recogernos en lo hermoso y en lo que emociona la vida...eso sería un buen regalo de reyes...B y A
f.
NO caben...y aún así deseas un nuevo amanecer de acecho....que sabes no te hará olvidar el anterior.
No hubo equipaje en el viaje que pesara....
Olimpia.
recojo todo lo bueno y lo malo....
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