No hubiera imaginado nunca que esa situación le estuviera pasando a él. Jamás tuvo interés alguno en ese tipo de mujeres que le escandalizaban cuando entraban y salían de la puerta de enfrente de su piso, pero aquella mulata le había trastocado la vida desde que se la encontró apoyada en el rellano un poco mareada y la tuvo que ayudar entrándola en su casa, ofreciéndole un vaso de agua y dejándole sentarse en el sillón del cuarto de estar. Sólo estuvo medía hora pero la fragancia de hembra que dejo en esa casa le trastocó la vida.
Desde entonces no hace más que mirar por la mirilla y anotar sus idas y venidas, escuchar en el tabique cuando sabe que ella está con un cliente y siente sus jadeos como si él estuviera allí con ella en la cama…nada ha vuelto a ser igual en su vida.
Fotografía aquí
+-+copia.jpg)
12 comentarios:
Ya ves, la vida nos sorprende de la forma más inesperada.
... X
Cuando alguien te araña el alma, lo hace para siempre y nada vuelve a ser igual. No valen "el tiempo todo lo cura", eso es una mierda; el tiempo amansa y adormece pero no hace olvidar lo que te aprieta el alma.
Besos.
Como he llegado hasta aquí es un misterio...pero llevo mucho rato leyendo y escuchando este Adagio.
Se está muy bien en tu Blog Fernando.
Volveré.
Un abrazo.
Cierto, nada vuelve a ser igual cuando te tocan la fibra sensible.
Precioso Adagio. La música, aunque sea sin poesía, tambien es bella.
Me cuesta irme. Saludos.
Ese es el peligro de conocer a alguien que hasta ahora nos era indiferente.
Esa es también la riqueza de hacerlo.
Un abrazo.
Bajar la guardia es lo que tiene. Algunos, ni bajándola, je, je...
Abrazos
Yo conozco a las que miran por la mirilla y huyo de sus manos y sus ojos..abrazos
L@s que huyen y maniente siempre la guardia...saben por que lo hacen. Cuando algo se les cuela...Precioso. Besos.
Es fácil caer en las redes de una mujer exuberante. Nadie puede librarse de ese poder, de ese magnetismo que emana cualquier mujer atractiva.
A veces, eso te trastorna toda tu vida. Es cuestión de dar un paso u otro.
Buen microrelato Fernando.
Un saludo de Mos desde la ESFERA.
Fernando, es un gustazo leer también tu prosa.
Un abrazo!
gracias pero no penséis que esto me pasó a mi...aunque tuve una casa de citas en mi escalera...
f.
Sigo pensando que estos minirelatos no tienen desperdicio. Me alegro de que sigas con la prosa también.
Un beso
Publicar un comentario