La poesía es un arma que se dispara sola como el amor de un loco

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martes, 15 de enero de 2008

La mirada





Nada era tan importante para él como comprar el periódico por la mañana e irse al café a tomarse un refrigerio, mientras dejaba pasar un buen rato leyendo y mirando la calle a través del ventanal, con las personas yendo y viniendo sin percatarse de su incisiva mirada. Le gustaban esos instantes en que vivía en dos mundos tan diferentes, uno activo, el de la calle y sus trasiegos, y otro como a media velocidad en aquel rincón del viejo café. Pensaba, no sé si con motivos, que la felicidad se reunía a veces en esos instantes en que reflexionaba siguiendo la inercia y el impulso de los viandantes, un río, y él en su ribera viendo pasar la vida.


Fotografía aquí

19 comentarios:

Sandra Garrido dijo...

A mucos nos puede parecer que este señor esta desperdiciando su vida, dejando pasar la vid, mientras él observa el resto en su transcurso..pero en esos pequeños detalles es donde realmente se encuentra la verdadera vida.

Un abrazo

ETDN dijo...

A menudo los escritores vivimos en una especie de esquizofrenia, una doble realidad simultánea en la que somos al tiempo espectadores y protagonistas. La vida externa fluye mientras los pensamientos - en forma de texto o poema, o simple observación -configuran una existencia interna que en ocasiones llega a ser más real.

Y sí, a veces la vida se condensa en la mesa de un café.

bss

ETDN

Mos dijo...

Hola Fernando: Te devuelvo la visita y veo, me recreo, todo lo que dejas en tus blog.
Interesantes. Sensibilidad entre renglones. Alma depositada en cada verso. Versos amigos de poetas imprescindibles.
Un placer pasar por tu blog y seguiré entrando.
Un saludo de Mos desde la ESFERA.
P.D.
Me encanta el adagio de Alessandro Marcello.
El relato habla de lo que hacemos los escritores: Observar, fijar en las vidas que nos rodean, darles una historia a gentes anónimas que, seguramente, no son protagonistas de nada, hacer ficción de la realidad.
Siempre hay algo de qué escribir. Y si es con un buen café mejor.

Minerva dijo...

¡Qué placer el de sentarse a mirar la vida mientres se disfruta de la propia! Nos conectaron las miradas, ;-)

Doberka dijo...

Umm...esa incisiva mirada desde la ribera, ese momento de sosiego... antes de volver al río con sus aguas veloces y las prisas por llegar de nuevo al punto de partida. Cada día son menos los afortunados que pueden disfrutar de esos ratitos, Fernando.
Muchos besos.

Anónimo dijo...

Una amiga y yo disfrutamos increiblemente de estos momentos... Pero nunca hemos podido describirlo tan bien. Gracias por hacer letra nuestros desayunnos con café...

ybris dijo...

Esas son las miradas que merecen la pena.
Quizá lo importante sea aprovechar bien los ventanales sea cual sea el sitio desde el que miramos.

Un abrazo

Margot dijo...

Nada más atrayente algunas mañanas que esta situación por ti descrita. Levantar la mirada hacia la gente que nos rodea, bajarla al papel y pensar, imaginar, dejarse llevar... y la luz de un ventanal, ummmm.

Sencillo, verdad?

Un beso.

39escalones dijo...

Precisamente pensaba yo en estas cosas la otra mañana, ojeando la prensa y mirando por el ventanal el paso del tráfico... No hubiese sido capaz de expresar ni medianamente así lo que pensé, pero tú lo has hecho.
Un abrazo

Putas y Princesas dijo...

la felicidad es un estado en el que no tienes consciencia de que estas viviendo porque te evades en los detalles de esta vida....esos instantes de tomarte un café y mirar a tu alrededor , eso es felicidad. no necesitas nada mas ni a nadie. un beso guapo

Javier Herque dijo...

Los rituales…los instantes en los que la mirada parece no ver…pueden catalizar el discurrir de una vida…de un mundo.

Un abrazo.

entrenomadas dijo...

Mirar una ciudad desde una terraza es estupendo, al menos a mí me parece agradable y sí, alguna vez me ha pasado lo mismo que al prota de tu historia.

entrenomadas dijo...

Mirar una ciudad desde una terraza es estupendo, al menos a mí me parece agradable y sí, alguna vez me ha pasado lo mismo que al prota de tu historia.

albalpha dijo...

Creo que cuando observamos aprendemos, es necesario hacerlo.
abrazos

Lucía dijo...

Sí, Fernando, sí, la felicidad está ahí.
Besos.

Xiketä dijo...

Hubo una época en mi vida, en la que una gran indecisión me rodeaba. Estaba decidiendo cuál sería mi camino en la vida...
Mi albergue de pensamientos lo situé sin darme cuenta en la estación de tren...me sentía verdaderamente a gusto, sentada en un banco, con mis pensamientos, mientras veía pasar el ajetreo de la gente que viaja hacia algún lugar, y de verdad lo digo...era muy feliz, me sentía relajada, tranquila, disfrutando de mi misma y de mis pensamientos y decisiones.
Besos

Anónimo dijo...

hay una letra de cancion gente de Presuntos Implicados

Gente, que se despierta cuando aun es de noche
y cocina cuando cae el sol
Gente, que acompaña a gente en hospitales, parques
Gente, que despide, que recibe a gente
En los andenes
Gente que va de frente
Que no esquiva tu mirada
Y que perciben el viento
¿Cómo será el verano?
¿Cómo será el invierno?

Dos, tres, horas para disfrutarte
Y dos de cada siete días para darte
Un pasaje en la más bella historia de amor
Dos, tres, horas para contemplarte
Y dos de cada siete días para darte
Me acomodo en un rincón de tu corazón

Gente, que pide por la gente en los altares
En las romerías
Gente, que da la vida
Que infunde fe
Que crece y que merece paz
Gente, que se funde en un abrazo en el horror
Que comparte el oleaje de su alma
Gente que no renueva la pequeña esperanza
De un día
Vivir en paz

Dos, tres, horas para disfrutarte
Y dos de cada siete días para darte
Un pasaje en la más bella historia de amor
Dos, tres, horas para contemplarte
Y dos de cada siete días para darte
Te acomodo en un rincón de mi corazón

Para vivir así
En miradas transparentes
Recibir su luz
Definitivamente
Nubes van
Y van pasando
Pero aquella luz
Nos sigue iluminando

Que fresca es la sombra que ofrecen
Que limpia el agua dulce de sus miradas
Es por ti que empiezo un nuevo día
Hay Ángeles entre nosotros
Ángeles entre nosotros

Dos, tres, horas para disfrutarte
Y dos de cada siete días para darte
Un pasaje en la más bella historia de amor
Dos, tres, horas para contemplarte
Y dos de cada siete días para darte
Me acomodo en un rincón de tu corazón

Dos, tres, horas para disfrutarte
Y dos de cada siete días para darte…

Dos, tres, horas para disfrutarte
Y dos de cada siete días…

Dos, tres, horas para disfrutarte
Y dos de cada…

Dos, tres, horas para disfrutarte…
Dos, tres, horas

esta cancion creo que es preciosa

Alguna vez he llegado ha terner la sensacion de tu minirelato, pero nunca lo he podido como lo has hecho , me ha gusado mucho.
besos
mapi j.

germanbg dijo...

Desde luego es impresionante ver como pasa el tiempo...la vida.
SALU2

Fernando dijo...

para mi enfrentarme a este momento es normal, lo elijo a menudo pero sobre todo en las terrazas de verano...escruto las personas , las conversaciones de 20 segundos que pasan a mi lado y desde la orilla hago un mundo...pero también intervengo en la vida...gracias a tod@s


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