En sus palabras no podía encontrar nada más. Las despedidas son siempre tristes y aunque intentemos leer entre líneas a veces no hay nada escondido salvo un nuevo fracaso que asumir. El papel mantenía su mismo rigor que hacia media hora, pero ella estaba todavía llena de estupor, no sabia donde acudir para resarcirse de él, de esa ausencia que jamás imaginó. .Empezó con rabia yendo de habitación en habitación con una bolsa de basura negra. Lo primero, el cuarto de estar, allí todos los pequeños objetos que lo recordaban iban cayendo en la bolsa, el encendedor de pie de mármol, la foto en Roma, el coche de madera, el tabaco negro, las fotos diversas, las revistas de motos, las cajas chinas, las muñecas rusas…no dejó nada. En el baño todos los objetos de su higiene personal, su cepillo de dientes, unas babuchas de algodón…en el dormitorio hasta el reloj despertador que le había regalado, sus dos pijamas, sus cuatro slip, los calcetines, unos zapatos, un par de camisas, un pantalón vaquero…nada, todo a la bolsa de basura…con la misma determinación y con la misiva de despedida dentro y el llavero sin las llaves que le había dejado junto con el sobre en el recibidor, hizo dos nudos, salió al rellano y depositó los despojos del naufragio en el suelo, al lado de la escalera y la puerta cortafuegos. Entró en casa dando un portazo. Ahora podía llorar su soledad.
Fotografía de J.A.Melendo
12 comentarios:
Real; siempre se repite un protocolo, como en un duelo hay costumbres que seguir.
Supongo que las ausencias siempre nos dejan ese regusto triste y amargo que con los días aparece disfrazado de nostalgia y de sumisión ante lo evidente. Las despedidas nos dejan con una bolsa cargada de cenizas que llevaremos adherida duraante mucho tiempo, en algunos casos es un siempre.
Interesante tu blog, pasaré más veces.
Un saludo
No siempre se llora la soledad, Fernando. Como todo en esta vida "depende" algunas soledades son de agradecer, quizás, se llore el tiempo perdido, aunque también se aprende de ese mismo tiempo. Un muy buen mini-relato.
Muchos besos Fernando.
Muy bueno.
abrazos
Escribes maravillosamente bien.
[Yo me habría quedado sus pijamas. Duermo desnuda, pero son prácticos para tomar el café matutino mientras maldices su nombre.]
... X
Estoy de acuerdo con Minerva. Quien ha vivido una situación semejante sabe por lo que se pasa. Y el duelo es necesario para asumir la pérdida; lo peor es que las heridas se cierren en falso.
Real y desgraciadamente cotidiano minirelato.
bss
ETDN
Es un acto de purificación casi imprescindible. Lo ideal sería quemar todas esas cosas, no dejarlas en el rellano de la escalera, y luego hacer algo con las cenizas, quizá plantar una maceta encima, como dice siempre Jodorowski...
Pero la memoria, la nostalgia, los recuerdos, no pueden meterse en una bolsa de basura, ni quemarse... Ésa es la tortura de la soledad.
Abrazos
Yo guardo todos mis recuerdos desde niña....los buenos y los malos, traen a mi memorìa trocitos de mi vida.
Mas vale sola que mal acompañada,no?...
Besos dulces
debe ser un final con su trascendencia...una obra de teatro par si mism2...para poder sangrar bien la herida...la soledad no es lo peor...lo peor es no aceptarla besos y abrazos.
f.
Pero, Fernando, en la mayoría de estos casos, llevas sola mucho más tiempo del que parece. Lo que ocurre es que, hasta ese momento, no te sueles dar cuenta.
Besos, Fernando.
no sé pero el caso que cuento es una relación posiblemente entre un hombre con otra vida y una amante...no me importa el por qué han roto sólo la visión del instante...el momento que ella se entera y su reacción...besos guapa.
Entiendo, Fernando, supongo que tengo que aprender a ver las cosas desde otros puntos de vista y no sólo desde el mio propio. Yo suelo cometer ese tipo de errores. Gracias y muchos besos.
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