Hay olvidos que matan tanto como los recuerdos.
Quizás no se nos abra el pecho,
ni en ese instante sangremos lo que el dolor delata.
Quizás sólo seamos un barco a la deriva
que se aferra al deseo como a un puerto lejano
donde remotamente fue feliz
(no hay felicidad más que en los sueños,
el resto son pequeños condimentos de los días).
Pero olvidar sin desearlo es marginar tu cuerpo,
tu historia de abrazos y caricias,
el deseo prendido a su boca y a la tuya,
ese momento en que el mundo se paro para esperarte
y enseñaste desnudo todas tus cartas en la mesa.
Si perdiste es la ley del juego,
nada que otra copa no ayude a calibrar en su justa medida.
Fotografía
J.A.Melendo
4 comentarios:
Para perder hay que jugar.
Quien no juega ya lo tiene todo perdido.
Y ganado.
Abrazos
Con sólo una copa más en estos días no sé yo si será suficiente.
Un abrazo y que comiences el año ganando.
P.D. Es precioso el Adagio
FERNANDO;
Es precioso.Feliz Año.Un abrazo
mapi j.
demasiadas personas en este poema....tres sentados a la mesa para el juego, es lógico que ante tantas partidas siempre se pierda "algo".
Lo de beber otra copa -de olvido- me parece un final bastante áspero.
Olimpia.
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