Hay un diario debate en mi cuerpo
con la entrega sin fin a tus verdades.
El ciclo de órdenes pasivas se ha resuelto:
cada poro de mi piel exige tus labios
y además se vuelca en tu deseo
como un misionero se descansa en la Biblia.
Hay un cierto desorden, todo lo rompes con tus manos.
En la noche, dormir contigo es desaparecer del mundo
y ahuyentar todos los presagios del lado izquierdo de la cama.
Ahora, relajada como estás, te toco con la suavidad de una mirada
y sigo sintiendo la humedad de tu boca recorriendo mi espalda
y tus areolas dirimiendo un pulso con las mías.
* La foto, que está firmada, viene desde aquí
8 comentarios:
Vaya pedazo de poema!!!
Distinto estilo, con las imágenes muy definidas, precioso, Fernando.
Vaya, se ve que diciembre te gusta.
kisses
Deliciosos desórdenes bajo destructoras manos.
Deliciosas relajaciones de las sensaciones posteriores mientras todo se reconstruye.
Un abrazo
Es tan cierto como desconcertante,uf, dejas un alivio de sudor en la imaginación.
Abrazos
J.
que gusto leerte.
Intenso, descorazonado, tierno.
Hermoso poema.
Besos artista.
Bello
un abrazo
Y aún así...la contradicción es "patente" en todos los sentidos.
La palabras confunden al lector, y este caso no sé si llegaste a "adivinar" y a colocar tu voluntad.
Olimpia.
Muy intenso y hermoso
¡como clama el amor!
Besos
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