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miércoles, 17 de octubre de 2007

Poemas de un viaje : Siracusa






Mirada a Siracusa



De los rincones excavados
por el hombre y por el tiempo,
se han desolado mis ojos.
Siento la memoria colectiva de un pueblo
transitando por sus piedras
sin la heredad regia de los sueños.

Quizá todavía Dionisio, cruel tirano,
guarde un oído desde el averno maldito
donde la historia le encadena,
para escuchar nuestras palabras
y consolarse de su triste soledad:
esa que debe dejar el abrazo eterno de los muertos.


19 comentarios:

Diana L. Caffaratti dijo...

La historia cargada en cada testimonio de piedra, ablanda su dureza en el poema.
Bello.

Magda Díaz Morales dijo...

Que preciosas fotografías, Fernando. Y el poema, por supuesto.

Mamen Alegre dijo...

Conozco esa sensación de tiempo en las piedras y la necesidad de imaginar las vidas que las acariciaron impregnándolas de historia.
¡Ah! si los óídos de todos los Dionisios nos oyeran, no sé, no sé, quizá prefirieran la soledad. :D.
Un bello poema.
Feliz regreso y besos envidiosos.

Anónimo dijo...

Me encanta esta serie de poemas italianos, y también las fotos que la acompañan. Es como disfrutar una pequeña porción de viaje.
Un abrazo.

Anónimo dijo...

Es inevitable evocar otros pasos en esas piedras...esa otra vida que fluyó por los lugares que ahora contemplamos absortos.
Es un buen ejercicio detener en eso el pensamiento, si, y mejor con esos sentidos versos.

almena dijo...

Historia detenida, guardada por siglos en las piedras y en tus poemas.

Un abrazo!

Tris dijo...

Cuando tengo la oportunidad de encontrarme en estos lugares de antaño...suelo poner mi mano sobre ellos –piedras, tierra..- cierro los ojos, me concentro en mi silencio buscando el rumor de sus vidas... mejor, cuando nadie me ve.
Ya se que las piedras no hablan, pero yo, a veces las oigo.

" No estamos locos que sabemos lo que queremos...


pues eso, un besoton ;)

Anónimo dijo...

Eso tienen ciertas ruinas: memoria colectiva de un pueblo y celebración de la eterna soledad de los tiranos.

Un abrazo.

Morgana dijo...

me he dado cuenta de tu cambio un poco tarde... pero ya llegué. ;)

Precioso poema, Fernando


Besos

Lunarroja dijo...

No hace tanto que estuve por allí.
Gracias por traérmelo de nuevo a la memoria.

(¿Para cuándo el ´próximo?)

UMA dijo...

Las ruinas nos entregan silenciosamente sentimientos a veces devastadores, muy a flor de poro, como digo yo.
Buenìsimas las fotos.
Besos, Fer.

Sofía B. dijo...

¿Te vas de vacaciones ye encimas te dedicas a ponernos los dientes largos a la vuelta? :o)

Anónimo dijo...

la heredad regia de los sueños. Me encanta eso: como si las piedras tuviesesn que estar ahí para seguir teniendo sueños..........

Chalá perdía dijo...

Tantos siglos aún vivos en las piedras y en tus palabras. Estremecimiento.

Fernando dijo...

Me gusta que al acercaros mi visión de lo que he visto, parte de lo que os puedo trasmitir, que seguro que es pobre con la realidad, os impregne un poco de la emoción que estos lugares me han causado...besos y abrazos..gracias por estar al otro lado.

libertad dijo...

Qué preciosidad! La mezcla de fotos de Piedra con poemas.
Un beso fuerte

Anónimo dijo...

esas piedras vírgenes pero a la vez impuras... por haber observado el trajinar de los hombres en completo silencio. esas piedras que sabían de dionisos y del vino cuando aún no se había inventado la herejía ni la hoguera (tenían otros métodos jaja)

muchas gracias

un abrazo

Simplemente Olimpia. dijo...

Ese mismo y no otro es el abrazo...que sigue y sigue dejando tras de si cualquier soledad.

Ese tiempo es aquel del que siempre quise ser expectadora. Una descripción magnífica.

OLimpia.

Fernando dijo...

gracias.

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