Sigo esperando el alivio de tus manos.
No hay nada más en la tarde
que esta espera extraña de tus brazos,
sólo intervalos cruzados de renqueantes palabras
y un sinfín de obligados silencios.
La soledad redime los sueños.
Te has dejado abierta la ventana,
por ella se oyen los gritos de la calle
y los pájaros pendientes de la noche.
Sin embargo, es lo único que me trae el color vestido por el viento
y el recuerdo de un verano que se aleja.
Cuando vuelvas,
aunque todo el otoño será una incesante lluvia de hojas muertas
que ni tú ni yo nos podremos permitir,
vendrás a mí y nos dejaremos vencer por el deseo
y entonces no habrá ya juegos de corazones rotos,
ni siquiera las frías cervezas del verano
podrán llorar por la esperanza, envueltas en los versos.
La risa de tu boca saciará la sed,
como siempre lo ha hecho.
Tu cuerpo desnudo seguirá recreando mis viajes
y en el sexo encontraremos las canciones,
todas las canciones que nos ha robado el tiempo,
porque la noche durará en nuestro cuarto
tantas horas que, cerrado el universo,
todavía seguiremos esperando
un nuevo capitulo para nuestro último viaje a la luna.
MANOS COMO PALOMAS...
Hace 3 horas
16 comentarios:
Viajar a la luna con quien tiene nuestro alivio en sus manos, risas que sacian la sed, y la capacidad de encontrar juntos las canciones que os robó el tiempo.
Los mejores ingredientes para confeccionar un bellísimo poema de amor.
Precioso, como siempre.
Yo, sigo esperando...; espero no desesperar.
Abrazos
Sí, la verdad que siempre hay que estar echando al guiso nuevos condimentos...besos amiga.
39, ;);)...no sé que esperar de resultados...en poesía la eternidad es una palabra fácil...en la vida 10 segundos como dice Ana puede ser una vida de recuerdos...abrazos.
el silencio infinito se romperá seguro, con el suspiro de un cuerpo saciado...
Besos.
Entonces la espera merecerá le pena porque ese viaje no se podrá comparar con nada y tampoco lo logrará superar ninguna otra cosa.
Un beso.
Esperar al otoño no es mala idea, se suda menos haciendo el amor. Saludos de relámpago.
Mar...uff!!..hay mucho cuerpo..;);)..besos
res genial Lucía...pero casi viajo menos y me quedo con la noche...es broma..un beso guapa.
Ves Eryx, tú si que eres "corporal"..;))..y práctico..abrazos.
Del horrible otoño que tan bellamente tú anticipas me quedo sólo con el calor de las mantas. Que lo disfrutes más o menos así como lo imaginas.
lo hemos de sentir como yo digo...
Los cuatro últimos versos son antológicos. Saludos.
Gran amor, complemento perfecto a la llegada del otoño.
Eres un maestro de la pluma. Volveré siempre que pueda, me ha gustado mucho tu blog.
Un saludo
Sr. Sarria, usted me censura porque no sube mis comentarios.
Ay,ay, que llevo dos YA!!!
Yo también me quedo con 4 últimos versos. Son preciosos!!!
Kisses
Permitir?, no sé ese verbo es poco impositivo, no sé...y pensar en ese último?
Un sentido razonado, engalanado, pero....
en fin, será mi percepción de hoy.
Olimpia.
Gracias Juan Manuel, espero que sigamos conversando. abrazos.
Paseando...gracias por tus palabras..besos.
Si algo no hay aquí es censura..;);)..besos Marta.
Olimpia, creo que en lo que digo viene bien el no permitir...pero mis poemas suelen pecar de la rapidez...muchas veces cuando los preparo para alguna otra cosa van cambiando, puliendose como los camaleones..no te quito razón...besos.
Qué bonita espera, entre los pájaros pendientes y la lluvia de hojas muertas, que dan paso a savia nueva, y viajes a la luna donde ya no se juega a corazones rotos...
que siga abierta la ventana en el invierno...
abrazos que seguramente no van a suplir la espera, pero menos es nada no???
;););)..igualmente.
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