Frente a mí las palabras se deslizan
subiendo por los muros en busca de la extinción.
Cada tarde tienen su propia muerte,
su lado de la vida cosido a nosotros,
el que siempre duele y palpita indefenso.
Yo las siento irse, despacio,
tristes en su viaje al adiós.
Hay demasiadas cosas que se extinguen,
no solo las palabras del día,
todas esas cosas son mías, pequeñas como yo,
que después de mí dejarán solo un hueco,
cierta hondura en el aire,
un calor que lentamente se apaga
como las caricias que te deja el amor que se va.
f.
No hay comentarios:
Publicar un comentario