1 NOV.
No arden nuestros despojos
al mismo ritmo que el olvido.
De esta cadencia del uno al otro
solo nos quedará el aroma de la soledad.
2 NOV.
Contemplo los muelles vacíos,
los pasos sin alma,
la urgencia sin nombre
donde todos somos anónimos.
Hay en el viento
el oscuro humo de lo que fue.
3 NOV.
Ciertas noches se deshacen en las manos.
Tiznan de oscuridad tu cuerpo
y solo traen ese murmullo
de lo que ya ha desaparecido.
4 NOV.
Los astros callan.
Has muerto y solo eres humo y cenizas
entre el silencio de las hojas secas.
5 NOV.
Hurgo adentro mientras te sostengo con el soplo de mi voz.
Eres el aguardiente que me estremece,
la llama que tiene lo quebrado del misterio.
Siempre dejas a tu paso cenizas de mí cuando me rozas.
6 NOV.
La noche es el sendero. No hay más oscuridad,
solo el salmo indefinido de la incertidumbre,
la herida abierta donde la soledad, febril, se rebosa.
7 NOV.
Lo que sostengo es apenas un verbo,
el que se deshace en la boca
cuando solo y en penumbra
como las últimas migas
del negro ácimo
que ha dejado la noche.
8 NOV.
Soy la grieta de un muro,
soy el propio muro,
un lugar donde transcribo los murmullos
que me trae a mi oído el viento del silencio.
9 NOV.
Volver de nuevo al fuego.
Ser silencio de olivo,
brasa incandescente
que se hace humo
mientras las horas marcan el olvido.
10 NOV.
Solo, rodeado de palabras,
así la noche es un abismo semántico
y yo la vela que se extingue.
11 NOV.
Junto a la soledad
un fuego deja trazos inolvidables,
el amanecer deshace sus sombras
pero no olvidas nunca su fría caricia.
12 NOV.
Aún después del ayer,
cuando todo el fuego se consume
en medio del silencio,
hay un crepitar de brasas
que tizna de azul el borde del abismo.
13 NOV.
No remonta la luz este paisaje oscuro.
Demasiados lobos, demasiada muerte
en las perennes huellas del páramo.
14 NOV.
Hoy, ciertos nombres
son como las flores secas,
marchitas, cuando la maleza cubre
todo lo que se ha dejado
en medio de un camposanto de recuerdos.
15 NOV.
Hay un quehacer de noches,
insomnio que se derrama sobre tu cuerpo,
eleva el valor de la escarcha
y te quema como la cera caliente de una vela.
16 NOV.
No olvides que estabas ya
en las huellas de aquel niño…
Sigues subiendo cuestas imposibles,
y en el mar, junto a las dunas,
quedó, para siempre,
parte de tu soledad.
17 NOV.
Detrás de mí sigue vigilante mi otro yo,
la pantera, que sabe discernir la verdad de la ira…
La que guarda la fuerza de la sangre
para su hora decisiva.
18 NOV.
Morir de pie, ese debe ser el reto, sin contemplaciones,
como todo lo que se sucede entre tú y tu destino.
19 NOV.
Nunca negué mi miedo.
Ni ahora que sé que la distancia
entre dos miradas
se mide en lo disperso,
y un hombre nunca acaba de creer
en todo lo que sueña.
20 NOV.
¿Qué huella deja la pertinaz niebla en un corazón?
Yo siento la humedad de la isla,
me rodean las palabras que no pronuncio,
me olvido del horizonte…
creo que es una forma de morir lentamente.
21 NOV.
Ahora solo soy el humo,
oscuro como todo lo que arde
y deja una frágil huella en el aire.
22 NOV.
Hay unas gotas de sangre en mis manos,
siempre la ira deja rastros
en las horas últimas de sosiego.
23 NOV.
Me envolverá la noche con sus ojos oscuros.
Me cubrirán sus manos, sus dedos duros por la escarcha,
la verdad que en silencio se fundirá en mi cuerpo.
24 NOV.
Escucho el rumor del mar.
Está agonía de desiertos me confunde,
trae a mí, entre la bruma,
cierta analogía de marisma.
25 NOV.
Casi todo pronuncia la palabra muerte.
Me hago devoto del relámpago…
será morir enterrado en la luz.
26 NOV.
Algún día vendrá tu boca a domeñar mi silencio.
No hace falta cruzar el puente o ahogarse en medio de un río,
tú sabes conducir tus labios hasta mi boca
y hacer que mis sílabas se olviden de la noche.
27 NOV.
¿Soy de verdad la grieta o solo esa nube
que tapa lo azul del cielo?
Nunca me queda la esperanza.
Cierro los ojos y crecen en mí las hojas del silencio.
28 NOV.
He vencido. Nuevamente soy el cadáver perfecto.
Bajo los cipreses solo se escuchan murmullos
y el trino impenitente de los pájaros.
29 NOV.
Hilo a hilo he tejido el tapiz de los días.
La trama de un mes inolvidable,
lleno de dolor y de silencio.
30 NOV.
Hay un final donde siempre hablamos del mañana
aunque sean horas de intenso dolor,
y en nuestras manos no queden ya
más que flores cortadas a la noche.