Yo he propuesto un trato a la vida,
de tú a tú, de frente, sin tapujos,
ella sabe demasiado de cada uno
y con un soplo trae la tormenta y la devastación.
Siento el peligro de andar descalzo entre cristales rotos,
de viajar de paso entre las horas muertas y cuerpos desalmados.
Me siguen perros que olisquean las noches
con la melancolía de sus ausencias,
y en las manos, armadas con simples juegos de mesa,
busco dónde quedaron las marcas de los astros.
f.
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