Sobre tu cuerpo, la mañana ha dejado su luz,
Tiznada por mí como por un lamento
escribo en tu vientre y en tu espalda
palabras cruzadas sin nombre ni tiempo,
ciertos versos marinos,
alguna urgencia de bosque,
lo que da la labor de subsistir
mientras duermes lejana a mi lado.
f.
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