Quebrará la razón en su viaje de ida y vuelta por la vida
y el miedo en la piel dejará rastros de soles y diamantes cortados a la luna.
Todas las palabras rebosan de un dulce escalofrío,
todas han tenido su noche de Adviento, su larga Epifanía.
Ahora siento como la tierra se ha hecho de musgo y restos de lluvia,
mis pies desnudos han dejado huellas en el barro tierno
y aún tiritando en la oscuridad,
como esas noches de susurros y condenas,
ha girado el viento sus incansables aspas
y yo, tan solo un hombre de dolores y sombras,
he vuelto a enmudecer en medio del otoño.
f.
No hay comentarios:
Publicar un comentario