No recuerdo la nieve de ese tiempo de mi infancia, cuando caía sobre mí y en las calles, llenando los cubos de zinc, ni siquiera recuerdo los rostros exactos de la desolación, de los que en esa ciudad al borde del mar rehuían los ojos del otro para no ver reflejados su llanto...sí era Navidad del 62 y en Barcelona cayo una gran nevada...lo sé porque hay rastros y voces que lo dicen aunque yo no lo recuerde.
f.
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