A esta estancia de ventanas abiertas al invierno
traigo desde la noche la oscuridad.
Se derrama como una tinta china,
se diluye y te tizna,
así serás también si me abrazas,
la verdad que en el aire da cuerpo al silencio,
la raíz de la lluvia que lentamente acosa,
el devenir de un viento que nace de tu boca...
tal vez seas isla o atolón de pájaros,
agreste lugar de luna llena
rodeado por el océano asesino.
Más no lo dudes, hasta aquí has llegado
buscando las palabras que dan origen al misterio,
y has descubierto al fin,
que ellas siguen habitando tu propio corazón.
f.
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