No busco la absolución,
esa medida católica del perdón.
¿Para qué el arrepentimiento,
la vuelta a los orígenes,
a la ficha primera del juego?
Hay siempre cristales rotos dentro,
un camino de sombras,
ciertas verdades empíricas que ya no existen
cuando has recogido tu cuerpo del deshecho sendero de la noche.
f.
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