El viento y la lluvia me borraron
como a un fuego, como a un poema
escrito en un muro.
A. Pizarnik
Fui rendija, huella vertical sobre los muros,
viví el tiempo y el deceso común a los mortales,
regresé siendo la última sílaba antes de la lluvia,
el roce del vértigo cuando el miedo lo abarcaba todo.
No me esperes aunque tengas de mí todo el recuerdo,
siente como arrastra la corriente el agua del río...
contempla el horizonte desde el puente,
el reflejo de esta tarde de septiembre,
en ese silencio que albergan las nubes
todavía habita mi amor por ti.
f.
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