Dormir entre dos cuerpos,
el tuyo, que sigue el movimiento de las mareas,
y el otro ,el que sin saber cómo se apodera de ti
y se hace reino de memoria,
te habita y te recorre con sus pies descalzos
hasta que al amanecer despiertas...
entonces notas todavía las tibias huellas del otro
y como se van disipando cuando la luz invade el mundo.
f.
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