Escribir sobre la noche de septiembre, una de las últimas noches de verano, con el aliento todavía pleno de alcohol, la fragancia que deja una copa de brandy 1885, los gintonics de después en el velador, cuando solo somos unas sombras más... y con una voz queda, enhebrar su boca junto a la mía y dejar como un murmullo cada palabra tendida en su piel...augurando la epifanía.
f.
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