Derrumbarse,
caer despacio sobre uno mismo.
Hundirse en la maleza sin encontrar los pasos.
Ser la gavilla que une los dolorosos verbos,
la voz que en la oscuridad nombra lo innombrable
y se hace agua de lluvia,
cuando en medio del silencio
un hombre apenas vale nada,
solo el aire que respira.
f.
No hay comentarios:
Publicar un comentario