...y se quedó conmigo con su olor a madera
a pájaro dormido...
Angelina Gatell
Desnudar las palabras y quebrarse en el fruto maduro del silencio.
Derrocar las almenas de su altura de cielo,
desarmar las mareas que lejanas tienen sabor de linde
y este dolor metálico que trae a ratos el viento.
Se queda conmigo su sabor a manzana,
su calor tibio de tardes de otoño,
la lluvia y su misterio
cuando cae sobre el jardín
y pronuncia mi nombre
como un pájaro trae su melodía del bosque...
Nunca fue la distancia más amplia.
Nunca la mirada más triste.
Acaso murmuro su nombre
aunque escuche solo la lluvia
cayendo pausada entre las piedras
como un salmo de los que siempre me trae el otoño.
f.
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