Tras el paso de los bárbaros
mi cuerpo ha perdido el ansia en la derrota.
No hay más allá
salvo la luz fatigada de los taxis
y los semáforos parpadeando.
en medio de las calles.
El color de la noche
-- noche en la noche
como esa lluvia
que no cesa de inundarme --
se ha quedado envolviéndolo todo
con un oscuro celofán
que casi no me permite respirar.
f.
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