Ahora que mis palabras
se han desmoronado al lado del atardecer,
han quedado como quedan las barcas
que abandona la resaca en medio de una playa,
yo no tengo en mis manos nada
que pueda dejaros en esta hora oscura.
Deshago nudos, borro los signos de la tierra,
corto las raíces, el humus se hace de mí
y arrastra el viento las hojas secas...
mientras en silencio miro la soledad de la noche.
Me preguntas por el mar,
solo puedo mirar el horizonte,
darte mis manos frías
y cerrar el costado de mi corazón...
siento caer sobre mí el frío,
aunque estemos en mitad de julio
y esto sea el Hemisferio Norte,
estoy tan expuesto a la oscuridad
que me hace sentir frágil.
f.
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