No sostengo ninguna verdad, solo este cuerpo de mimbre y agua que contempla la vida desde cualquier calle del mundo, todas en el fondo son iguales, todo es distancia, metros de silencio, cuerpos que en vano recorren la vida, el día a día buscando encontrar otros motivos, otras ausencias que partieron de tus manos cuando los viejos trenes de la noche eran lo que nos ayudaba a resistir el abatimiento.
f.
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