Vengo después como la noche con mis dedos de arpa.
Suena el invierno en el hueco abierto de mi costado.
Todavía la quera desnuda las sílabas
y deja en la oscuridad su eco de herrumbre.
El silencio siempre sabe deshacer mis huellas.
f.
La poesía es un arma que se dispara sola como el amor de un loco
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