Me das tu cuerpo como el que entrega una canción.
Silbo tu nombre desgarrado en mis manos y te hago salmo.
Beso tu espalda y cautiva te hago mía...
afuera, mientras tanto,
se escucha un mirlo despertar el amanecer.
f.
La poesía es un arma que se dispara sola como el amor de un loco
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