Descalza y en la noche
su cuerpo asciende como un cisne
para batirse con sus alas suicidas sobre mí.
Me debe cada temblor de su vientre,
todos los gemidos del instante
y la cadencia con que se cimbrea.
Su sudor, como una nueva esencia,
baja por su espalda para fundirse a mi piel.
f.
No hay comentarios:
Publicar un comentario