La tarde baja hasta tus labios húmedos
J.A. Valente
Despacio, el viento dejó de ser brisa
y tus manos buscaron escondidas en mi cuerpo
las respuestas que tenía escondidas,
Escuchaba respirar la tarde,
ese sonido habitado de música y pájaros
que tienen ciertos días de iluminadas sombras...
Tu espalda traía el mar,
las islas incontables donde perderme,
la certeza que hace que la noche sea luego inolvidable.
f.
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