Soy la tierra cogida por tus manos,
la que apenas sabe del monte y sus raíces,
la que tiene los días cortados
por el quebrado paso del acero.
Andas dentro, hasta que toda la luz te trae la vida.
Soy la huella, la incertidumbre de los pasos,
la que se envuelve en la sombra de la tarde,
la que deja en silencio el rumor del viento y de la lluvia...
la que amanece húmeda de rocío y hambrienta de la noche
y siente el crepitar y el palpitar constante de tu sangre..
f.
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