¿Cuánta sinceridad se deben dos cuerpos?
Despacio mis dedos buscan reunirte,
preguntan sin esperar respuestas,
entran por los senderos húmedos de la lluvia
y me dan a probar el dulce sabor de las acacias.
Mis pasos son luces, brasa de ti.
Expectante escucho tu voz,
gemido a gemido muestras las raíces de tu anhelo.
La urgencia me desnuda,
cierro los ojos cuando me haces tuyo,
ahora rodeado de la caliente verdad de tu piel.
f.
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