Renacer es otra manera de morir,
aunque sea despacio,
como debería ser siempre la muerte,
una señora respetable
que te deje deshacer los viejos nudos
y quebrar, bajo el auspicio de las sombras,
un sin número de silencios,
ciertas verdades ocultas
que siguen detrás de las miradas
de quien al verte se emocionan.
PD. Hay días que no merece la pena vivir.
f.
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