Anúnciame al morderme
como amargo sabor
que crece en tu boca.
Desde el ciego instinto
hasta el deleite puro,
voy a abrasar tu lengua de calor
y a desgastarme lentamente
entre el vaivén de tus dientes
y el húmedo placer de tu saliva.
f.
La poesía es un arma que se dispara sola como el amor de un loco
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