Miro atrás y leo las frases desdibujadas de mi vida.
La ausencia tiene mi sangre
y yo soy quizás la desnuda apariencia
preparando noches de olvido.
No seré un resto en un triste cementerio,
acabaré sin nombre, sin fechas,
hundido en el limo de un río,
esparcido entre los trigales de mi tierra,
disperso, como la cizaña que florece en primavera
o perdido, siempre anónimo,
entre un puñado de sencilla arena.
f.
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