Nunca voy a tener la eternidad de los pájaros cuando vuelan.
Soy como el primer verso de un poema dedicado a la fatalidad.
Lo sabemos algunos pocos, no nos salva la poesía de nada.
He escrito cosas de mi vida, no todas,
algunas lo son si saberlo yo,
porque siempre hay otro en ti
que vive cuando tú estás muerto,
dormido o ajeno a todos tus sentidos.
Los poetas dicen tener un sexto o séptimo sentido,
yo apenas me reconozco en los cinco que dicen que nos da la naturaleza.
Por eso os digo que la eternidad solo es una palabra,
la metáfora perfecta para deshacernos,
ya que enmarca aquello,
que sin saberlo, se queda adentro,
viviendo contigo hasta tu olvido.
f.
1 comentario:
¡la eternidad!
caudal infinito de todos los latidos...
bs
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