Ha venido la lluvia y se ha dejado media vida en la cuneta.
Así es el invierno de metódico...
me trae su cuerpo encendido por la nieve
y después se la lleva lejos, como hace con los pájaros,
a la distancia que mis palabras solo se dejan sentir en el eco.
He contado las horas desde que su nota hablaba de mentiras,
y después de leerla varias veces la he quemado en el fuego de una vela.
No creo en las despedidas. Nunca se va de tu corazón lo que te duele.
f.
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