La savia que une al hombre y a la selva
fluye detrás de cada mirada inquisitiva.
Y no sé como puede ser mi lúgubre amiga,
una negra pantera que se incendia
o el tigre solitario y asesino
que persigue hasta la muerte a todo lo que ama.
Me recorre la ausencia.
Mi instinto me acerca más a este depredador de Neruda
que al animal que respira enredado
en los libros de una enorme biblioteca.
f.
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