Las columnas del amanecer, los pájaros del silencio, la estancia todavía con el olor a humo de la noche, el cenicero lleno de colillas, los vasos con el hielo aguado, las coordenadas de la espera y el naufragio, la mirada perdida en el horizonte blanco, la bruma encendida por la lumbre, unas sílabas prendidas al corazón, los restos de un paisaje, un cuerpo vencido, los últimos vestigios del amor todavía en tu piel, el destino del mar muerto, el repique de las campanas en domingo, el perfume todavía en ti, la cadencia de la sombra que te acecha, la música de un violonchelo, Schubert derramado como una caricia solitaria, un sofá con vestigios de la noche, un hilo de sangre que enmudece, la certeza de Ghiberti en las puertas del Baptisterio de Florencia mientras caía la nieve y tú apenas sabías como recoger ese milagro en el cuaderno de notas de tu memoria para que no te doliera demasiado.
f.
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