He dejado en el fuego un poema.
Su humo era el incendio en un día de lluvia.
Cae mansamente sobre mí...es el silencio susurrando.
Nunca seremos una canción,
aunque tú y yo sabemos
que tenemos estrofas de rock en la garganta,
y estas gotas de alcohol que nos delata
son apenas nada comparado con las lágrimas
que le debemos a la vida.
f.
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