Han caído las horas
con la respiración intensa que arrastran los silencios.
Yo he abierto las manos,
he dejado en el aire el vuelo de unos pájaros,
toda la intensa lluvia
con que la luz ha vestido al resto de la tarde...
Mejor así, sosteniendo la débil mano de una anciana
que en medio de una plaza me ha recordado a mi madre.
f.
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