Desborda la luz y en su lámina de seda envuelve el silencio.
Hay una daga, un cuchillo que desgarra,
mientras viaja la sombra herida
galopando en los lomos sanguíneos de los caballos.
Frente al viento todo se vuelve azul.
El frío trae cristales donde dibujar el invierno.
A veces, a estas horas de cualquier domingo,
escucho lejanas campanas
que tañen un nombre.
f.
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