Creo en la certeza de la espada,
un oráculo que saja toda melodía.
Ahora que la noche trae el invierno hasta mi boca,
voy a encender las lámparas que deshacen las sombras,
aunque el sonido del silencio se haga ensordecedor...
voy a seguir soportando todos los golpes.
f.
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