¿Qué hacer con los restos del bronce y el rescoldo de la noche?
¿Dónde ardió la madera con que se forjaron nuestros cuerpos?
¡Tanta luz perdida entre los hilos de la sangre!
Esta oscuridad se desgrana como arena de un desierto
y deja entre nosotros la carencia de la palabra.
Hay fruta madura caída en el suelo,
hay distancia, tu silencio inundando mis manos…
mi fuego se apaga. Yo callo.
f.
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