Padezco de siempre de varias maldades,
aunque es cierto que soy buen tipo cuando me tratan bien,
pero tengo de familia cierta habilidad para la sorna
que se me escapa en noches de tabernas y aguardientes...
Me nacen versos cultivados al alba,
los que tienen todavía estremecido el dolor de su nacimiento
y se rebozan del color de las verdades más desnudas,
otros, sin embargo, al nacer tiemblan al calor del fuego
o me hacen un corte en las venas más cercanas al corazón...
todo puede suceder esas noches de invierno en las que nos rodea el frío.
f.
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