No sé del misterio más allá del horizonte.
Las palabras, todas las palabras,
son como las aves,
pájaros que cruzan hemisferios,
océanos, desiertos...
aunque a veces,
no saben cruzar una calle,
asomarse a un bar,
pero sí dejar una caricia tan cercana
que ni siquiera mil kilómetros sea nada.
Mis manos tejen en el viento,
se mojan en el agua,
se queman en el fuego
porque son las raíces
que tiene la simiente
de todo lo que soy.
f.
No hay comentarios:
Publicar un comentario